“UNA NANA EN LA MERCED”
Una nana en la Merced.
Otra vez te estoy cantando.
Ea la ea, mi niño, ea, que te estoy velando, tu sueño de dulce muerte, que otra vez me está clavando, el puñal de mis Angustias, en mi pecho traspasado.
Ea la ea, mi niño, duerme que te estoy besando, cada herida florecida, sobre tus pies y tus manos.
Qué rosal escarnecido, por culpita de esos clavos…
Que pena niño, que pena, de verte desmadejado, si tu eres lo más bonito, que pena que te mataron.
Una nana en la Merced, otra vez te estoy cantando, dejadme con el dolor, de mi niño en mi regazo, que yo le cante la nana, el próximo Viernes Santo, cuando la cruz me traspasa, las Angustias de mi manto, para dejarme clavada, una espada de quebranto.
Dejadme con mi dolor, y con mi niño pegado, al arrullo de mi pecho, que llora desconsolado, porque me faltan los besos, que brotaban de sus labios.
Ea la ea, mi niño, que tu Madre está cantando, sus Angustias infinitas, para mecerte en el paso, de sus amores eternos, para mecerte en el paso, de sus amores eternos, para acunarte despacio, y velar el dulce sueño, la noche del Viernes Santo.
Una nana en la Merced.
Otra vez te estoy cantando.
Ea la ea mi niño, ¡mira cómo estoy llorando!.
Con esta poesia terminamos este tema
Saludos
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